Al margen del viaje del Presidente de la República a la ciudad de Sidi Abdellah para inaugurar nuevos centros universitarios con motivo del Día del Estudiante, el senador Abdelouahab Benzaïm declaró: “Los marroquíes que vienen tienen dos gorras: israelí y marroquí”. Benzaïm es el primer líder político argelino que menciona la necesidad de imponer un visado a los nacionales marroquíes por razones de seguridad.
Abdelouahab Benzaïm habla de los numerosos israelíes que ahora pueden viajar a Marruecos. “Un israelí no puede obtener un visado para entrar en Argelia, pero si lo solicita en nombre de Marruecos podría obtenerlo”, aclaró. Y añade que “todos los que regresan a Argelia desde Marruecos deben ser mencionados en un recuadro rojo”, porque, según él, “los marroquíes que vienen cumplen dos funciones: israelíes y marroquíes”.
La solicitud del senador Abdelouahab Benzaïm parece ciertamente coherente y legítima, pero lo que nos parece más urgente que la solicitud de visado es la expulsión inmediata de los marroquíes ilegales en Argelia. De hecho, actualmente hay 1,2 millones de marroquíes en Argelia que representan un peligro permanente para nuestra seguridad interna.
Para los más escépticos, recuerdo el tuit del periodista francés Georges Malbrunot, del 30 de mayo de 2022, donde explicaba que el Mossad estaba reclutando masivamente entre la comunidad marroquí en Francia para espiar a Francia en beneficio del Mossad. Sabiendo que actualmente tenemos al menos 1,2 millones de marroquíes, puede surgir una pregunta legítima: ¿quién nos garantiza que el Mossad no esté haciendo lo mismo con los marroquíes establecidos en Argelia?
Aunque Argelia ha intentado durante mucho tiempo diferenciar entre el régimen marroquí y el pueblo marroquí, razones de Estado y de seguridad interior del país hacen inevitable la imposición de visados a los nacionales marroquíes. Esta medida debería entrar en vigor tras las elecciones presidenciales argelinas de septiembre de 2024.
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