Argelia expresó el jueves su "profundo desacuerdo" con la reciente decisión de Francia de apoyar el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental. Esta postura fue calificada como "inesperada, inoportuna y contraproducente" por el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino. El gobierno argelino afirmó claramente que sacaría todas las consecuencias de esta decisión, atribuyendo toda la responsabilidad al gobierno francés.
El reconocimiento francés del plan de autonomía marroquí, visto como una legitimación de la soberanía disputada de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, provocó una fuerte reacción en Argel. El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino condenó esta decisión como un acto de apoyo a un "hecho colonial", incompatible con los principios de descolonización apoyados por la comunidad internacional. Esta postura es aún más controvertida dado que proviene de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que se supone que debe respetar y promover la legalidad internacional.
Argelia considera esta decisión como un obstáculo para la resolución pacífica de la cuestión del Sáhara Occidental, señalando que el plan de autonomía marroquí ha llevado a un callejón sin salida prolongado durante más de diecisiete años. El ministerio expresó su pesar porque esta postura francesa no tiene en cuenta los esfuerzos internacionales para lograr una solución justa y duradera al conflicto.
La reacción argelina refleja una profunda preocupación por el impacto de esta decisión en la estabilidad regional. Al describir el apoyo francés como un "cálculo político cuestionable", el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino destaca una gran divergencia de opiniones entre Argel y París. Esta divergencia podría tener repercusiones en las relaciones bilaterales, ya marcadas por tensiones históricas y desacuerdos políticos.
El comunicado del ministerio concluye que esta decisión francesa es contraproducente para lograr la paz en el Sáhara Occidental, que contribuye a prolongar un estancamiento y que justifica y consolida el statu quo colonial en este territorio. El gobierno argelino advirtió que tomaría las medidas apropiadas en respuesta a esta decisión, indicando claramente que las relaciones entre Argelia y Francia podrían deteriorarse aún más tras este desarrollo diplomático.
En resumen, el reconocimiento francés del plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental amenaza con profundizar las tensiones entre Argelia y Francia, exacerbando los desacuerdos existentes sobre cuestiones de soberanía y descolonización. Este desarrollo también podría afectar las dinámicas políticas y de seguridad en el Magreb, una región ya frágil y compleja en términos geopolíticos.
Personalmente, no considero sorprendente esta decisión. Macron parece estar castigando a Argelia por su falta de "cooperación" y especialmente por su "intransigencia" respecto a las cuestiones de memoria histórica. Bajo fuertes presiones internas orquestadas por lobbies hostiles a Argelia, ha tenido que ceder en un contexto político en el que se encuentra cada vez más debilitado. Francia, mediante esta decisión cuidadosamente considerada, es consciente de que se está alejando definitivamente de cualquier perspectiva de reconciliación con Argelia. El aislamiento de Francia en el Sahel y el auge de Rusia en esta región, que durante mucho tiempo ha sido considerada su patio trasero, son también argumentos a favor de esta decisión, que pretende otorgar al Marruecos legitimidad en el Sahara Occidental, utilizándolo como punto de anclaje en un futuro intento de recuperar influencia en esta región estratégica.
En cuanto al fondo del asunto saharaui, esta decisión no cambia absolutamente nada, ya que solo el pueblo saharaui soberano puede decidir su destino a través de un referéndum de autodeterminación, un derecho que les garantiza la Carta de las Naciones Unidas. Es un derecho inalienable e imprescriptible.
Belgacem Merbah
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