El fútbol africano ha sido testigo de numerosas controversias, pero pocas han sido tan descaradas como el fiasco que rodea la organización de la Copa Africana de Naciones (CAN) 2025. Una serie de decisiones sesgadas, favoritismo flagrante y contradicciones evidentes han convertido esta edición en una burla vergonzosa, exponiendo la corrupción arraigada dentro de la Confederación Africana de Fútbol (CAF).
Guinea despojada injustamente de la CAN 2025
En septiembre de 2022, la CAF anunció abruptamente que Guinea ya no albergaría la CAN 2025 debido a supuestos retrasos en el desarrollo de infraestructura. La decisión se tomó sin dar tiempo suficiente al país para completar sus proyectos, a pesar de que aún faltaban tres años para el torneo.
¿Había retrasos? Tal vez. Pero, ¿desde cuándo la CAF ha sido tan estricta? En el pasado, otros países con retrasos han podido organizar el torneo con preparativos de última hora. ¿Por qué a Guinea no se le dio la misma oportunidad?
La realidad es clara: Guinea fue apartada deliberadamente, no por sus deficiencias, sino para abrir el camino a otros.
Argelia descartada en favor de Marruecos: un proceso manipulado
Tras la injusta eliminación de Guinea, la CAF reabrió el proceso de candidatura. Dos países emergieron como serios contendientes: Argelia y Marruecos.
Argelia era la opción obvia:
- Seis estadios modernos, aprobados por la FIFA, listos para albergar partidos internacionales.
- Infraestructura completa con toda la logística necesaria.
- Una cultura futbolística apasionada y aficionados entusiastas.
Marruecos, por otro lado, aún necesitaba renovar sus estadios y realizar grandes mejoras. Sin embargo, en una decisión que desafía toda lógica, la CAF le otorgó la organización a Marruecos.
¿Por qué? ¿Cuál fue la justificación? Si la falta de estadios terminados fue razón suficiente para descalificar a Guinea, ¿por qué no se aplicó el mismo criterio a Marruecos?
No fue un descuido, sino una manipulación descarada del proceso, un caso evidente de doble moral y favoritismo escandaloso.
El colmo del absurdo: la CAN aplazada porque Marruecos no estaba listo
Si la elección de Marruecos ya era un escándalo, lo que sucedió después convirtió este fiasco en una auténtica farsa.
Poco después de ser designado como anfitrión, quedó claro que Marruecos no estaba listo. El mismo problema que se usó para castigar a Guinea y excluir a Argelia fue ignorado cuando se trató de Marruecos.
La solución de la CAF: aplazar la CAN un año entero.
Un año adicional para Marruecos, un privilegio que se le negó a Guinea. Una decisión sin precedentes que expuso la hipocresía de la CAF.
Si Argelia hubiera sido elegida, el torneo se habría celebrado según lo previsto, sin retrasos ni caos. Pero en lugar de eso, la CAF optó por favorecer a su candidato preferido, demostrando una vez más que sus decisiones no se basan en mérito ni en justicia.
Un sorteo para un torneo sin estadios terminados
Para enero de 2025, la farsa alcanzó su punto máximo: la CAF realizó el sorteo de la fase de clasificación para la CAN a pesar de que los estadios de Marruecos seguían sin estar terminados.
¿Qué tipo de organización planifica un torneo internacional sin garantizar que la infraestructura estará lista? ¿Cómo puede la CAF operar con tal falta de profesionalismo y transparencia?
Esto ya no es solo una mala gestión, sino una traición deliberada al fútbol africano.
La CAF en juicio: el fútbol africano rehén de la corrupción y el favoritismo
El escandaloso manejo de la CAN 2025 es la prueba más clara de que la CAF ha tocado fondo:
- Guinea fue injustamente despojada de su derecho a organizar el torneo.
- Argelia fue rechazada a pesar de ser el país mejor preparado.
- Marruecos, sin estar listo, recibió la sede y un año adicional para prepararse.
- En 2025, los estadios aún no están terminados.
¿Es así como debe gestionarse el fútbol africano? ¿Cómo pueden los países confiar en la CAF cuando sus decisiones están claramente influenciadas por intereses ajenos al deporte? Si la organización de torneos se basa en política y acuerdos bajo la mesa en lugar de mérito, ¿qué futuro le espera al fútbol africano?
El fútbol africano merece algo mejor. Necesita un organismo rector que valore el juego limpio, la transparencia y la integridad. Pero mientras la CAF continúe por este camino corrupto, el fútbol del continente seguirá atrapado en escándalo tras escándalo, mientras los verdaderos aficionados pagan las consecuencias.
Esto no es solo un escándalo; es una mancha histórica en la credibilidad de la CAF.
La pregunta ahora es clara: ¿Cuándo se liberará el fútbol africano del yugo de la corrupción y el favoritismo?
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