Señor Presidente,
Le escribo por tercera vez, esperando que esta carta le encuentre en buena salud y reciba la atención necesaria. Prometí escribir una carta cada mes hasta recibir una respuesta suya, y estoy comprometido con esta promesa. Hoy le escribo con una preocupación persistente y un creciente sentido de urgencia.
En este momento, cuando celebramos el 62º aniversario de la independencia de nuestro querido país, es necesario recordar los grandes sacrificios hechos por nuestros mártires para asegurarnos una vida libre y digna. Ellos sacrificaron sus vidas para que nosotros pudiéramos vivir en un país soberano, respetado y próspero.
Hoy enfrentamos muchos desafíos. Debemos unirnos y enfrentar estos desafíos con determinación y resiliencia. Debemos estar a la altura de los ideales por los que nuestros mártires lucharon.
Uno de los mayores desafíos que enfrentamos es mantener nuestra unidad nacional. Es un valor fundamental que fue la fuerza impulsora de nuestra lucha por la independencia. En estos tiempos, cuando las fuerzas divisorias buscan sembrar discordia entre nosotros, debemos recordar que nuestra fuerza radica en nuestra unidad.
Otro desafío crucial es el desarrollo económico y social. Debemos trabajar juntos para crear oportunidades para todos los argelinos, especialmente para las generaciones más jóvenes. La educación, el empleo y el acceso a la atención médica deben ser prioridades absolutas.
Continuemos por el camino de la unidad y el sacrificio, y hagamos ondear alto la bandera de la libertad de Argelia entre las naciones. Feliz Día de la Independencia a todos los argelinos, y mil saludos y paz a las almas de nuestros mártires honorables.
Señor Presidente, como guardián de la Constitución, tiene el solemne deber de proteger nuestro país de amenazas internas y externas. La Constitución le otorga varias responsabilidades cruciales, incluyendo la preservación de la seguridad nacional, la promoción del orden público y la protección de nuestras fronteras. Estas responsabilidades no pueden ser tomadas a la ligera, especialmente ante las crecientes amenazas que destaqué en mis cartas anteriores.
Desde mi última correspondencia, la situación solo ha empeorado. La creciente presencia de inmigrantes marroquíes en Argelia, vinculada a las relaciones con agencias de inteligencia israelíes, sigue representando una grave amenaza para nuestra seguridad nacional. Las actividades delictivas como el tráfico de drogas y de seres humanos se están multiplicando, exacerbando los problemas sociales y económicos y amenazando la estabilidad de nuestro país.
Los recientes actos de sabotaje, incluidos los incendios en cultivos de trigo atribuidos a elementos marroquíes, tienen repercusiones desastrosas para nuestra economía agrícola y seguridad alimentaria. Ante estas amenazas, es imperativo que se tomen acciones concretas y decisivas de inmediato.
Por lo tanto, le recuerdo, Señor Presidente, las medidas urgentes que propongo:
- Imponer el requisito de visa para los ciudadanos marroquíes con el fin de monitorear mejor los flujos migratorios.
- Expulsar a los ciudadanos marroquíes involucrados en actividades ilegales o subversivas.
- Fortalecer los controles aduaneros y fronterizos para prevenir el tráfico de drogas y de seres humanos.
- Romper las relaciones consulares con Marruecos para proteger nuestros intereses nacionales.
Señor Presidente, soy consciente de su intención de postularse para un segundo mandato. Permítame asegurarle mi continuo apoyo a sus acciones y reformas, que han contribuido al progreso y prosperidad de nuestro país. Sin embargo, debo expresar mi profundo desacuerdo con su manejo actual del problema de los inmigrantes marroquíes ilegales en Argelia. Se deben tomar decisiones claras y decisivas para proteger a nuestro país de los peligros que enfrenta.
En este 62º aniversario de nuestra independencia, debemos honrar la memoria de nuestros mártires tomando las medidas necesarias para preservar la soberanía y seguridad de Argelia. La responsabilidad que recae sobre usted como Presidente de la República es inmensa, y confiamos en su liderazgo para guiar a nuestro país a través de estos tiempos difíciles.
Una vez más, le pido, Señor Presidente, que me mantenga informado sobre las medidas que su administración planea tomar para abordar esta preocupante situación. La transparencia y la responsabilidad son esenciales para restaurar la confianza de nuestros ciudadanos en nuestro gobierno.
En espera de su respuesta, por favor acepte, Señor Presidente, mi más alta consideración.
Belgacem Merbah
Comentarios
Publicar un comentario